En el año 1055 comienzan las Cruzadas, la guerra santa para recuperar y proteger Jerusalen y los Santos Lugares de Jesucristo. Este escudo pertenece a la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén. La Cruz está formada por cuatro cruces de menor tamaño que podrían simbolizar a los cuatro evangelistas o los cuatro puntos cardinales por los que se difundió el mensaje de Cristo. También podría representar cinco cruces, simbolizando las cinco heridas que sufrió Jesucristo cuando fue crucificado.
Forjado en acero y esmalte al fuego con técnica del craquelado, artesanalmente en Toledo.