Hacha vikinga de Ragnar del siglo IX (Suecia/Dinamarca).
El hacha es el arma más característica de los guerreros vikingos; aunque existían distintas clases de hachas, los materiales eran siempre los mismos: madera para el mango y hierro para la hoja.
Inicialmente, fue una herramienta para construir barcos, casas o carros, pero dada su versatilidad, su uso se extendió al campo de batalla. Acompañada de un escudo, el hacha vikinga resultaba un recurso especialmente devastador si el enemigo no disponía de caballería, o de un contingente numeroso de arqueros. La visión de vikingos manejando este tipo de arma provocaba terror.
Ragnar Lodbrok fue un legendario rey vikingo que reinó en el siglo IX, en los territorios de las actuales Suecia y Dinamarca, y formó parte de numerosas incursiones, tanto en el continente europeo como en las Islas Británicas; es recordado en la tradición escandinava por ser sanguinario, rebelde y haber causado estragos con el manejo de su hacha en los territorios de las actuales Inglaterra y Francia. Comenzó con incursiones por el Báltico contra los dominios de los semigalianos, curonios y sambianos. Sobre el año 845 se convirtió en uno de los más grandes caudillos vikingos. Fue entonces cuando decidió cambiar de objetivos y navegó por el río Sena hasta París, asolando la parte occidental del Imperio Franco y recibiendo un rescate económico para devolver la ciudad al nieto de Carlomagno.