La Falcata en manos de los españoles fue muy temida por los romanos. Circa 200 a.C. Los Celtíberos de la época romana eran populares por sus armas, entre ellas, la Falcata. La hoja interior en forma curva proporcionaba un golpe que podía dañar el escudo y el casco del enemigo. De origen griego, o posiblemente etrusco, esta espada Falcata se extendió al sur de Rusia y también a España.
La hoja está hecha de acero con alto contenido de carbono. Esta popular espada Celta-Ibérica tiene una hoja hecha de acero 1065 con alto contenido de carbono. El pomo es de latón macizo.