El sai, proveniente de Okinawa (Japón), es similar a una daga sin filo pero con una potente punta y con protecciones laterales similares a su aguijón central. Inicialmente comenzó como una herramienta agrícola y fue evolucionando hasta convertirse en un arma.
Los sai se usan como arma defensiva y de ataque; se pueden bloquear golpes y atacar de forma punzante usando la aguda punta central o golpeando de forma contundente con la parte lateral de la punta central o con la empuñadura. También pueden usarse como arma arrojadiza, teniendo un radio de acción mortal de alrededor de 5 metros.
Los sai pueden ser utilizados con eficacia contra una Katana (espada japonesa) atrapando la hoja de la espada con uno de los tsuba o contra un Bo (bastón largo).
Los expertos pueden retener el arma de un oponente y desarmarlo con un giro de la muñeca. En caso de ser usado como arma arrojadiza, el sai de hierro (o acero contemporáneo) es relativamente pesado, y lanzado con suficiente fuerza es capaz de perforar una armadura.
El sai es un arma tradicional incluida en el plan de estudios de las escuelas del arte marcial del Kobudo (escuelas dedicadas a la enseñanza del manejo de armas tradicionales) o en algunas escuelas de karate que aún incluyan esta disciplina, en su programa de grados, junto con la enseñanza de otras armas tradicionales.
Realizados en acero inoxidable en Toledo y con acabado niquelado y pavonado.