Las lanzas fueron muy populares en los pueblos del norte, ya fueran noruegos, daneses, suecos, finlandeses o islandeses y se utilizaban como armas arrojadizas y picas. Algunos de los primeros proverbios vikingos exhortaban a los nórdicos a tener siempre sus lanzas al alcance ante cualquier amenaza imprevista. Las alas impedían que la lanza penetrara demasiado profundo y asi poder recuperarla fácilmente.
Punta de lanza forjada a mano en acero carbono.
Mango no incluido.
Alas: 10 cm de ancho
Filo de lanza: 33 cm.
Desde la parte inferior hasta la punta: 41 cm. Ajuste: 3,5 cm